miércoles, 8 de febrero de 2017

Crítica: Proyecto Lázaro

Que lastima, que pena tan grande, con el buen material que Mateo Gil tenía entre manos, el director canario nos ha dejado una de esas películas que pueden definirse como un claro quiero y no puedo, donde sus buenas intenciones se quedan muy lejos del resultado final de la misma y donde el exceso de reflexiones a lo Coelho acerca de la vida, del amor, de quienes somos y de la importancia de disfrutar lo que tenemos, acaban por saturar al espectador mas entregado (Sin llegar a lo que viví viendo ‘Silencio’ de Martin Scorsese, puedo decir que fueron innumerables los bostezos que escuché al ver esta película en el cine). Tras el sorprendente y notable acercamiento al western con ‘Blackthorn’ (Contar con Sam Shepard en el reparto ya es un punto a favor), esperaba con ansia la nueva cinta de Gil y tras no poder verla en el festival de cine fantástico de Sitges aproveché su estreno en salas de cine para verla y por desgracia la sensación no puede ser mas agridulce.

Tras serle detectado un cáncer terminal, Marc Jarvis (Tom Hughes) tomará una radical decisión: Dejará en depósito todo su dinero a una empresa para que esta lo someta a un proceso de criogenización. Casi setenta años después, Jarvis se convertirá en el primer ser humano que ha conseguido ser resucitado. Un hito histórico en la medicina con bastantes controversias éticas y morales.

Gil plantea su historia con una estructura fragmentada divida en diversos capítulos que se siguen con desigual desinterés (¿Era necesario que el director se pusiera en plan Medem y ‘Lucía y el sexo’ para contar la historia de amor de los protagonistas? Por favor, tómese este comentario con la máxima de las cautelas) y que sirve para narrar las dos vidas de Jarvis. Una, cuando este es resucitado y la otra cuando el protagonista descubre que su enfermedad es terminal y decide enfrentarse a esta de una manera que para muchos, si no la mayoría, es difícil de entender y aceptar. La forma elegida por el director y guionista para plasmar su historia en la pantalla grande servirá para que el espectador consiga dar forma a los sentimientos, los miedos y las dudas de Jarvis. Aunque son múltiples las ideas e implicaciones de la historia de Gil y a pesar de que este es sabedor de ello, el director y guionista las intenta ir plasmando poco a poco pero de una manera que a la persona que escribe estas líneas le resulta francamente decepcionante, ya que Gil dedica mas tiempo a las reflexiones del protagonista (Algo que llega a resultar excesivamente repetitivo) que a los temas que como espectadores puede que nos interesen mas y sobre los que el director parece que pasa demasiado rápido y sin la profundidad necesaria.

Sirva de ejemplo la reunión en la que Jarvis comenta su decisión a sus amigos y a su pareja. Alrededor de una mesa, charlando, este hablará de sus sentimientos y de aquello que ha decidido hacer, algo que hace que sea imposible no pensar en ‘Las invasiones bárbaras’ de Denis Arcand. Es cierto que Gil huye de la pedantería de ese grupo de intelectuales a los que tanto cariño les tenemos pero la superficialidad y la artificialidad con la que el director español muestra la reacción de los amigos así como las dudas que estos plantean hace de este momento algo francamente decepcionante. ‘Proyecto Lázaro’ es una película por momentos excesivamente fría y gélida, tanto que parece que esta se ha sometido al mismo proceso que su protagonista salvo que en este caso los espectadores no tenemos la sensación de que esta salga de su letargo y vuelva a la vida. Por mucho que Gil ponga de su parte, las escenas que supuestamente han de emocionar al espectador, aquellas que muestran el sufrimiento de los protagonistas Jarvis (Tom Hughes), Elizabeth (Charlotte Le Bon) y Naomi (Oona Chapli) no consiguen traspasar la pantalla, algo que en una cinta como esta es una verdadera lastima. Si en un momento uno de los personajes se plantea que ocurre con el alma en un proceso como el que sufre Jarvis, lo mismo podemos preguntarnos acerca de esta película ¿Qué ha ocurrido y donde está el alma, la esencia de la película de Mateo Gil?

‘Proyecto Lázaro’ es otra de esas películas que tiene uno y mil referentes sobre los que el director y guionista parece haber sentando los pilares para construir su historia. El primero de ellos y como no podía ser de otra manera es el de Lázaro de Betania que tal y como se indica en el evangelio de San Juan, volvió a la vida gracias a un milagro de Jesucristo. A pesar de que el protagonista se llama Jarvis, es conocido por Lázaro por haber sido la primera persona resucitada y las palabras que usó Jesús: ‘Lázaro, levántate y anda’, son puestas en boca del doctor Víctor West. El segundo de ellos es el clásico de la literatura gótica y de terror ‘Frankestein o el moderno prometeo’ de Mary Shelly, algo que el espectador podrá observar en el hecho de que el jefe del equipo médico que consigue revivir a Jarvis, a la criatura, se llama Víctor y en la esencia misma de la película. Incluso estéticamente ‘Equals’ de Nick Doremus parece por momentos eclipsar a la película de Gil (¿Soy yo el único que pensaba en Nicholas Hoult al ver en algunas escenas a un rapado Tom Hughes?).

Mateo Gil dota a algunas de las escenas de su película de una estética excesivamente preciosista, especialmente en lo que a ciertos recuerdos de Jarvis se refiere, momentos que parecen estar mas cercanos a un anuncio de moda o a la película ‘Eternal Summer’ de Andreas Öhman que a una cinta que intenta plantearnos un profundo conflicto moral. Por supuesto no podemos olvidarnos de ‘Código 46’ por la manera en la que ambas películas muestran los recuerdos. Es imposible que alguien no se acuerde de la notable cinta de Michael Winterbottom al ver ‘Proyecto Lázaro’, algo que al menos en mi caso acrecienta la sensación de decepción.

Aunque Mateo Gil intenta construir una historia personal (El director ha reconocido que esta película surge de su miedo a la muerte) los referentes son demasiado obvios y a esta le cuesta encontrar su sitio. Sorprende la torpeza que por momentos muestra Gil a la hora de cuidar ciertos detalles y que nos deja uno de los momentos más ridículos de la película. Ese no es otro que la escena en la que el protagonista mira por la ventana y ve a un grupo de personas hacer ejercicio en el jardín, ese momento sacado directamente del ‘Science Team’ de Drew Bolduc pero con la pequeña diferencia de que la cinta de Bolduc es una comedia gamberra y la de Gil, no. (Se podrían comentar varios momentos mas donde Gil no ha sido excesivamente cuidadoso pero prefiero dejar eso para otro momento).

‘Proyecto Lázaro’ me dejó la misma sensación de decepción que ‘The Returned’ de Manuel Carballo, ya que en ambos casos estamos ante dos historias que apuntan muy alto y donde sus directores y guionistas (Harem Kraiche en el caso de la cinta de Carballo) se muestran incapaces de sacarle todo el jugo a la historia. Es cierto que la película de Gil posee momentos que perduraran en nuestra memoria, pero también es cierto que del director de ‘Blackthorn’ esperábamos mas, mucho mas. ‘Proyecto Lázaro’ parece mas una cinta destinada a la generación Starbucks que pensada para que el espectador haga una profunda reflexión sobre aquello que el director nos plantea. Una gran decepción.


4 comentarios:

MABUSE dijo...

Pues salvo en la opinión sobre Los retornados, que intuyo que en mi caso es mucho más positiva que en el tuyo, suscribo todo lo demás que comentas punto por punto. Imposible que alguien escriba una crítica con la que estar más de acuerdo. Buena premisa, buenas intenciones, buena factura técnica, pero poco más. El desarrollo pesado, repetitivo y al final, con todas las posibilidades que ofrece una historia así, dos horas de sólo amor, amor, amor, amor.... coñazo por Dios. Mi enhorabuena.

Donnie dijo...

Muchas gracias Mabuse!

La verdad es que esta película tiene, a priori, todo a su favor. Como bien dices: buena premisa, buenas interpretaciones, buena factura técnica pero todo se queda en eso.. no hay alma, da la sensación de que la historia que Mateo Gil sigue criogenizada, incluso todo lo relacionado con el amor, por mucho esfuerzo que le ponga Oona Chaplin me resulta frío.

Hay dos cosas que me fastidian de esta película. Una de ellas es que Mateo Gil tras 'Blackthorn' haya rodado una película tan decepcionante como esta. La otra, que durante todo el proceso de elaboración del guión con todos los análisis y reescrituras que este habrá tenido, nadie se haya dado cuenta de que la historia no avanza, que se desinfla, que pierde fuerza y que realmente no se profundiza sobre todas aquellas buenas ideas que Gil tiene entre manos.. Con lo grande que podría haber sido esta película...Una verdadera lastima..

Un Saludo!

Donnie

Patrick Bateman dijo...

Todavía no la he visto, pero tu crítica me ha desinflado un poco. La comparación con Retornados, film que no me desagradó en su momento, pero ya ni me acordaba, ya dejan ver por donde van los tiros.

Saludos.

Donnie dijo...

Hola Patrick!

La verdad es que yo también tenía muchas ganas de ver esta película a pesar de todo lo que había escuchado de ella tras su proyección en Sitges y he de reconocer que soy de los que se sintieron decepcionados con la cinta de Mateo Gil. Como digo su punto de partida es superinteresante y ciertos planteamientos apuntan muy alto pero todo se queda en eso y el director se dedica a rodar bonitos planos pero vacíos y carentes de alma. De 'Proyecto Lázaro' esperaba mas, mucho mas... :-(

Un Abrazo!

Donnie

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