lunes, 7 de marzo de 2011

Crítica: Burke & Hare

Interesante “charla de almohada” manteníamos ayer por la noche un servidor y mi novia a altas horas de la madrugada sobre la clara decadencia que experimenta el cine en general en la actualidad (solo hay que echar un vistazo a las dos últimas ganadoras de los Oscar) y por supuesto, el fantástico en particular. Esto lo dice alguien que se traga absolutamente TODAS las películas que le llegan a las manos y que con suerte, al cabo de un par de meses, con suerte recuerda una de cada veinte, pues las restantes diecinueve por un motivo u otro (o son malas de cojones o son clones de clones), caen víctima de aquello conocido como memoria selectiva. De esto no se libran ni los grandes del género, a parir han puesto “The Ward”, lo último de Carpenter (aun no la he visto, pero tratándose del bueno de John, tengo la esperanza de que sea “tan mala” como “Fantasmas de Marte”), sosa a mas no poder “Miedos 3D” de Joe Dante y lamentable “My Soul To Take” del desahuciado Wes Craven que no contento con hacernos pasar semejante mal rato, tiene las santas pelotas de machacarnos con una innecesaria nueva entrega de su original y fresca saga de “Scream”.

A este grupo de viejas glorias en apuros, tenemos que sumar a John Landis, padre de aquel clásico del terror llamado “Un Hombre Lobo Americano en Londres” y de un montón de amenas comedias de sobremesa como “Tres Amigos” o “El Príncipe de Zamunda”, que  regresa a la palestra con una nueva incursión en el terror después de hacer el ridículo en la serie “Masters Of Horror” con sendos horribles episodios (especialmente el de la mujer ciervo, lo de "Family" aun tenía un pase) y lo hace adaptando una historia real (“menos las partes que no son ciertas”, como bien aclara al inicio del filme), la conocida como  “los crímenes de West Port”, una serie de asesinatos cometidos en Edimburgo allá por 1827.

“Burke & Hare” es la historia de William Burke y William Hare, dos inmigrantes irlandeses que intentan ganarse la vida en la escocia del siglo XIX con el negocio de la muerte, vendiendo los cuerpos de sus víctimas al prestigioso doctor Robert Knox para que este lleve a cabo sus investigaciones médicas en su reconocida escuela de medicina.


“Burke & Hare” es una propuesta 100% Landis, es decir, una chorrada con mayúsculas. Y digo lo de “chorrada” a sabiendas que la historia original no tiene nada de chorra y mucho de insana y macabra, pero es que el amigo Landis tiene la dudosa capacidad de impregnar todas sus producciones de ese tono cómico tan suyo, transformando así una historia con tanto potencial para una película de terror como esta, en una comedia negra que no funciona ni como lo primero ni como lo segundo, pues ni tiene puñetera gracia (y me vuelve a venir a la cabeza la mujer ciervo…), ni es tan negra como debería (gris claro como mucho), quedándose en eso, una chorrada.

No es de extrañar pues, que David Tennant (con permiso de Tom Baker, el mejor “Doctor Who” de la historia), se desmarcase de un proyecto tan interesante a priori como este, cuando vio por donde iban los tiros, siendo substituido por Andy Serkis (también conocido por ser el “Smigol” de “El Señor de los Anillos” de Jackson o por protagonizar entre otras muchas, la divertida “The Cottage”). A su lado uno de los actores cómicos mas reconocidos del momento, Simon Pegg.

Hay que ser muy malo para tirar por el retrete semejante materia prima, pero es que ni siquiera el gran talento del tándem protagonista, es capaz de rescatar de la indiferencia y el tedio una historia tratada de forma tan plana y superficial por parte de Landis, quien parece mas preocupado por desmarcarse de los clichés del género que por contar una historia mínimamente interesante para el espectador. Por eso decía lo del gris claro, por que la película no ofrece absolutamente nada macabro (algo difícil de entender teniendo en cuenta que estamos ante la historia de dos asesinos en serie en pleno siglo XIX), ningún momento que nos susurre el menor atisbo de terror al oído, por lo que si el elemento cómico no cumple con su función (que creo que debe ser la de hacer reír), pues… ¡mierda!, otra vez la mujer ciervo.

En lo único que destaca “Burke & Hare” es en su fantástico reparto, al que aparte del citado dúo protagonista, tenemos que añadir a un buen puñado de excelentes actores y algunos rostros muy queridos por el aficionado al género como el de Christopher Lee, quien vuelve a hacer un pequeño cameo (véase “The Resident”), el mítico Tim Curry (“The Rocky Horror Picture Show”) como Doctor Monro o David Schofield, al que vimos hace poco enfrentado al terror de las aulas en la decepcionante “F” y en su lograda ambientación, recreando a la perfección las miserias del lugar y momento histórico en el que se desarrolla.

Conclusión, “Burke & Hare” es un nuevo ejemplo de cómo desaprovechar un inmejorable caldo de cultivo, del decadente momento que atraviesa el cine, de lo mal que funcionan últimamente las denominadas “comedias de terror” (sobretodo si vienen de Inglaterra) y de lo chorra que puede llegar a ser el cine del señor Landis. Una película muy elaborada a nivel visual pero que carece de cualquier tipo de contenido, ya sea terrorífico o cómico, dejando su destino de forma descarada en manos de una pareja protagonista, Andy Serkis y Simon Pegg, que pese a su buena química y su gran carisma, poco pueden hacer frente a un guión tan vacío y unos “gags” tan poco afortunados como los que tienen entre manos. Aburrida, insubstancial y descafeinada experiencia que tan solo sirve para sumar un título mas a la dilatada y extravagante filmografía de John Landis, así como para el disfrute de aquellos que entiendan el humor de este hombre, yo desde luego, no me cuento entre ellos.



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