lunes, 2 de agosto de 2010

Crítica: Heartstopper

A lo largo de la vida, el socio de videoclub asiduo a la sección de terror, se topa con toda clase de películas, algunas resultarán ser maravillas, otras pasables y otras serán tan malas que pediremos que nos devuelvan el dinero. "Heartstopper" es de las pasables, de esas películas de serie b que no ofrecen nada nuevo pero que consigue que pasemos una noche de sábado entretenida. Lo más atrayente de esta película dirigida por Bob Keen (conocido por hacer efectos especiales y maquillajes), es el bueno de Robert Englund, en esta ocasión dando vida a un sheriff que tendrá que vérselas con un psicópata sobrenatural, pero por desgracia, Englund hace un papel secundario, siendo la joven actriz Meredith Henderson la verdadera protagonista del film, una chica con una personalidad y un físico que se sale de los estereotipos de chica americana, Henderson me recordó bastante a aquella joven Jamie Lee Curtis de "Halloween".


Toda la trama de "Heartstopper" sucede en el interior de un hospital, pero no un hospital cualquiera, sino en uno bastante mugriento y falto de personal, es decir, el escenario perfecto para que un asesino te persiga y te busque por las habitaciones. En esta ocasión, el asesino es un tipo que a primera vista resulta aparentemente es normal, pero que en realidad se trata de un ser demoníaco y potencialmente criminal, aunque debo decir que salvando tres o cuatro secuencias sangrientas y llenas de vísceras, nuestro psicokiller infernal se pasará la película arrastrando camillas por los pasillos y llevando cadáveres para arriba y abajo sin motivo alguno, como si de un celador se tratara. Las actuaciones son convincentes, aunque se ven realmente perjudicadas por unos diálogos algo flojos, mientras el asesino se pasa la película con cara de pocos amigos y sin demasiado esfuerzo interpretativo, mientras sus victimas ponen cara de circunstancia y emiten algún grito que otro. Se nota que aunque con poco presupuesto, los efectos están realizados con buenas intenciones, teniendo como resultado unas conseguidas secuencias llenas de hemoglobina.

Conclusión, "Heartstopper" es una película bastante predecible, el clásico "corre que te pillo" de serie b, que en su inicio recuerda bastante a "Shoker" de Wes Craven, aunque luego tira por derroteros menos afortunados. Aún y así, no es una mala película, sirve para pasar el rato y tiene la presencia del siempre eficiente, Robert Englund.


1 comentarios:

Redacción dijo...

La premisa de este film es una especie de copia descarada y chusca de la divertidísima 'Shocker'' de Wes Craven, aunque de un planteamiento confuso ya desde sus ridículos titulos de crédito.
Si en la pseudo-parodia de Craven se utilizaba el humor para que el espectador entrara en el juego de la pelicula, aqui todo es seriedad extrema, lo que imposibilita una reacción que no sea la carcajada por mala en la mayoría de secuencias: todos los diálogos mesiánicos, la personalidad de los personajes principales, la bochornosa música, la ida y vuelta al mismo lugar una y ora vez....
Ni siquiera la inútil presencia del icono Robert Englund, que es despachado de manera estupida por el villano tras un par de frases sentenciosas anima el cotarro. Sólo un par de momentos de 'lucidez' en el apartado de efectos protésicos de maquillaje (la secuencia de Chambers asesinando a los enfermeros. No así los efectos digitales, absolutamente hilarantes),salvan esto de provocar pesadillas de por vida.
Lo mejor es verla (como tuve la desgracia de hacer yo) en una tormentosa y ruidosa noche de Halloween, por que cualquier otro dia... es para tirarla a la hoguera.

En España se llamó "Electroshock". Yo la rebautizo: "Electroshit"

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