domingo, 6 de junio de 2010

Crítica: The Descent Part: 2

No cabe duda de que si había una secuela que había levantado gran interés entre los afines al género, esta era (posiblemente junto a "Cabin Fever 2"), "The Descent Part: 2", aunque solo fuera para descubrir si un debutante Jon Harris había conseguido parir un producto digno de la película de Marshall, posiblemente una de las mejores cintas de terror de la década. Y si Ti West, a su manera, salió airoso con su "Cabin Fever: Spring Fever", Harris tampoco se ha quedado atrás, y para sorpresa de propios y extraños firma una película sorprendentemente seductora. Ante todo hay que decir que el señor Harris, pese a estar ante su primer trabajo como director y no precisamente sencillo, no es para nada un profano en lo que al universo de "The Descent" se refiere, pues fue el mismo quien se encargó de editar la cinta de Marshall (así como otras películas de renombre como "Eden Lake"," Stardust" o la inminente "Kick-Ass") así que si había una persona capacitada para tan difícil empresa, este era el hombre.

La primera gran incógnita que se nos presentaba era ver como Harris se las ingeniaba para recuperar el personaje de Sarah Carter, la cual recordemos, dábamos todos por muerta si hacíamos caso a uno de los finales alternativos de la entrega anterior, y que aquí, gracias a la magia del cine y a la manga ancha del aficionado al fantástico (acostumbrados a que nos la metan doblada), tendremos como no podía ser de otra forma, nueva ración de Sarah, quien aparece cubierta de sangre y en estado de shock en medio del bosque (¿alguien recuerda el inicio de "Cold Prey 2"?) siendo ingresada en el hospital del pueblo con un serio problema de amnesia. Paralelo a esto, las fuerzas del orden han comenzado la búsqueda de las cinco chicas desaparecidas hace ya 48 horas. Ante la imposibilidad de dar con ellas, el sheriff decide "reclutar" a la joven y montar un pequeño grupo de rescate para que se introduzca nuevamente en las cavernas.


Cualquier cosa, si primero se sacan de la manga que Sarah sigue viva, ahora nos quieren hacer creer que, primero, un sheriff de fisonomía similar a Bud Spencer y a no muchos años de la jubilación iba a participar en una misión de rescate de estas características, donde la condición física y el entrenamiento específico marcan la diferencia entre la vida y la muerte, y segundo, que una mujer a la que acaban de encontrar en semejante estado y además principal sospechosa del caso, también va a formar parte de dicha expedición. Pero bueno, como buenos aficionados que somos, apretemos el ojete y no hagamos demasiadas preguntas, porque en el fondo, lo que todos queríamos era ver a Sarah metida de nuevo en las cuevas con nuestros amigos los orcos, ¿No es cierto? Pues asunto zanjado.

Si hemos sido capaces de semejante acto de fe, ya no hay impedimento alguno para disfrutar de "The Descent Part: 2", porque si bien la historia está cogida con pinzas y no solo no aporta nada nuevo, sino que repite punto por punto el desarrollo de la primera parte, una cosa esta clara, "The Descent Part: 2" es una trepidante y efectiva película de terror, un terror diferente si queréis, pero terror al fin y al cabo.

La principal diferencia entre las dos películas, reside precisamente en la forma de transmitir ese terror al espectador. Mientras que en la cinta de Marshall todo era mucho más psicológico, jugando a la perfección con el miedo a lo desconocido y sacando todo el partido posible del entorno extremo en el cual se desarrollaba (posiblemente "The Descent" sea una de las películas más claustrofobias que se han filmado nunca), en esta nueva entrega, perdido ya el factor sorpresa, se apuesta claramente por la acción más directa, por el terror mas visceral. Así que nadie se sorprenda cuando digo que "The Descent Part: 2" es incluso más violenta que su predecesora, y si bien su desarrollo no consigue sorprender en ningún momento (o casi, pues la cinta se guarda un as en la manga que no voy a revelar), el festival de sangre al cual vamos a asistir, palia con creces ésta y otras deficiencias que podamos tener en consideración. Y es que "The Descent Part: 2" está plagada de secuencias de acción memorables, tales como la lucha en la fosa séptica o la escena del balancín humano, todo ello teñido de un embriagador rojo sangre omnipresente con ecos al mejor cine gore.

Otro de los aciertos de Harris ha sido mantener tanto la credibilidad como la humanidad de todos y cada uno de los personajes que aparecen en la historia, gracias a lo cual, sufriremos con ellos e incluso lamentaremos la triste perdida de algunos, no todos, pues como en toda buena película de este tipo que se precie, tampoco falta la figura de ese personaje tedioso al que queremos ver muerto si o si.

Conclusión, "The Descent Part: 2" es en mi opinión, la mejor secuela posible de la obra maestra de Neil Marshall, una película que consciente de sus limitaciones con respecto a la original y sabedora de la imposibilidad de recrear nuevamente muchas de las virtudes que disfrutamos hace cinco años, como aquella asfixiante sensación claustrofobia, terrorífica atmósfera o la maestría con la que se jugaba con el entorno (ahora las dificultades del camino están en un discreto segundo plano), se centra en potenciar los aspectos que si están a su alcance, añadiendo mucha más violencia, muchas más sangre, muchas más criaturas que nunca y un ritmo trepidante que no nos deje ni un segundo de respiro para darnos cuenta de que esta nueva entrega no es ni tan oscura, ni tan terrorífica, ni tan opresiva como lo fue antaño. A esto y como principales peros, hay que sumarle un frágil guión y un desenlace que tampoco termina de quedar demasiado claro. Esto no quita que estemos ante un filme apasionante de principio a fin, con un apartado visual que quita el hipo y que entra por méritos propios en el selecto club de las películas más sanguinarias de estos últimos años. Si te gustó la primera parte, difícilmente saldrás decepcionado.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

buena película de terror, escatológica, inverosímil y de color rojo. los personajes se contaminan del ambiente, mientras que en la original -el cuento que muchos querríamos haber escrito-, eran los personajes los que contaminaban un delicadísimo ecosistema, poblándolo de fantasmas. el SPOILER colaborador se anuncia casi al principio, pero no arruina la peripecia. hay causas menos gloriosas, y el homenaje a saló es bienvenido.
de acuerdo contigo, rector, menos mal que los olores aún no pueden televisarse.
un abrazo,
f

El Rector dijo...

F, y con el añadido muy valorable de ser secuela directa de una película que con el tiempo ha terminado siendo referente del género. Para que luego digan aquello de que segundas partes nunca fueron buenas... nada más lejos de la realidad.

Sobre los olores no se yo... a mi la televisión actual me parece que deja ir un tufo a basura que tira para atrás, al menos en las Españas, jeje.

Saludos.

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