martes, 26 de enero de 2010

Crítica: Forest of the Damned (Demonic)

A veces navegando por esos mundos de dios que es la red, uno descubre cosas oscuras, cosas malas, cosas que jamás deberían ser encontradas. Por supuesto, la enfermiza naturaleza del ser humano, ávido a experimentar con lo desconocido, a menudo nos juega malas pasadas, por no decir que también se nos engaña con suma facilidad, una cara bonita, un póster sugerente o un nombre y apellido, son suficiente tentación para hacernos morder la manzana y que perdamos ochenta valiosos minutos de nuestra vida que podríamos haber utilizado en algo mas productivo como cortarnos las uñas de los pies y prevenir así los tan temidos "tomates" en nuestros calcetines, claro que entonces, a ver que coño nos compran nuestras madres para navidad.

Como se suele decir, al diablo se le conoce por muchos nombres, en esta ocasión y para ser mas concretos, con dos: "Forest of the Damned" (el cual utilizaremos de forma oficial, mas que nada por que tenemos la letra "F" un tanto desnutrida) y "Demonic". Película inglesa escrita y dirigida por Johannes Roberts, que nos ofrece una producción a caballo entre cine profesional y amateur que echa mano de la "chuleta" estándar, grupo de jóvenes perdidos en el bosque y vieja cabaña con psicópata incluido, amén de alguna que otra criatura fantástica.


La pachanga de Roberts y amigos, nos sitúa en el viaje de un grupo de colegas por tierras recónditas, quienes después de un conocer a un amable lugareño que les advierte del temible mal que habita los bosques, sufren un accidente y atropellan a una joven. Con su vehículo averiado, deciden adentrarse en la espesura del bosque en busca de ayuda, hasta que llegan a una tétrica cabaña.

"Así sucedió que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas, y los ángeles, los hijos del cielo, las vieron y las desearon."

Siempre he creído que la única utilidad práctica de la Biblia es extraer fragmentos para hacer introducciones de películas, siempre me ha parecido un recurso muy apañado. "Forest of the Damned" se abre con este pequeño fragmento que da paso a la tediosa e interminable secuencia de créditos que a vista de pájaro nos invita a un "tour" por el bosque maldito al son de la "terrorífica" banda sonora, interpretada con un teclado CASIO de aquellos con los que tocábamos orgullosos el "Happy Birthday" de pequeños y que sirve para preparar el terreno de lo que nos vamos a encontrar a continuación, por que la película de Roberts enseña todas sus cartas desde la primera secuencia, y no precisamente una mano ganadora.

Bajo un aspecto de proyecto de fin de curso de escuela de cine, "Forest of the Damned" nos aborda con toda la carne en el asador (y no es ninguna metáfora), donde ya en la primera escena, aparece una tía en pelota picada que seduce a un joven que se besuqueaba con su pareja en el bosque a la luz de la luna. Esta joven, como bien se nos explica mas adelante, es un ángel expulsado del cielo que vaga por la tierra de ligoteo con los pobres mortales para a continuación devorarlos. Esto de entrada ya desconcierta, pues yo siempre había creído que los ángeles no tenían sexo, a ver si ahora va a resultar que el cielo no es ese lugar cursi de algodón blanco, música pop y celibato eterno y que Dios, lejos del bastardo despreocupado y chapucero por el que siempre le he tenido, va a ser un tío guay con botas camperas, chaqueta de cuero, que se pone palote con "Judas Priest" y se descarga películas por el Emule...

Bueno, lo que iba diciendo, tetas y culos por doquier para intentar maquillar todas las deficiencias de un lamentable guión y de unas interpretaciones que rozan lo cómico (en este sentido se llevan la palma el tal "Emilio" y su simpática hermana, simplemente dantescos).

¿Que finalidad puede tener entonces castigarse con semejante basura? Muy fácil, un nombre y un apellido. Y es que la primera vez que vi a aquel motero cabronazo recorriendo el centro comercial atropellando muertos vivientes en la mítica "Zombie" de Romero, supe que ese sería el principio de una bonita amistad. Mas cuando descubrí que el tipo no solo era un buen mozo y un actor cojonudo, sino también un habilísimo director como dejó constancia con aquel genial remake de "La Noche de los Muertos Vivientes" y que además teníamos algo en común, por que el también era un "Sex Machine". Por supuesto, estoy hablando de Tom Savini, una de las personalidades mas carismáticas del mundillo, al que hemos podido ver enrolado en proyectos tan extravagantes como "Lost Boys 2: The Tribe" a modo de "Guest Star" o haciendo de maestro de ceremonias en el interesante documental sobre la franquicia de "Viernes 13" llamado "His Name Was Jason".

En esta ocasión, no se si le debería un favor a alguien o si su presencia se justifica como mera diversión, pero la verdad es que resulta curioso ver a alguien que convierte en oro todo lo que toca, metido en semejante berenjenal. Por supuesto, su presencia es de largo lo mejor de la cinta (si, mucho mejor que las tetas y culos), interpretando al chalado de turno con hacha en mano que se une a la fiesta de jóvenes aterrados y ángeles en pelotas, obsequiándonos con algunos caretos marca de la casa que nos arrancarán alguna que otra sonrisa.

Pero que nadie se engañe, ni siquiera la presencia de "Sex Machine", mas allá de la anécdota, sirve para elevar el interés de la película, la cual se mueve en una soporífera tesitura donde todo el metraje parece de relleno y apenas pasa nada destacable quitando un par de secuencias donde supongo se han dejado las pocas pelas de que disponían. Eso, y por supuesto las tetas y culos, prestados para la ocasión por un par de asiduas al género, Marysia Kay y Eleanor James, a las que ya pudimos ver juntas en la lovefcriana "Colour From the Dark", que encarnan a dos de las angelicales criaturas que recorren los bosques en busca de carne. Y en este sentido encontramos uno de los pocos aspectos que se salvan de la quema, unos correctos efectos especiales (en los que nada a tenido que ver Savini), destacando las sencillas pero eficaces caracterizaciones y una par de secuencias gore.

Conclusión "Forest of the Damned" es un bodrio antológico que tiene bien poco que ofrecer a parte de la presencia de Tom Savini a modo de gancho, de algún efecto gracioso y claro está, de la posibilidad de ver a alguna que otra tipa de buen ver deambulando de aquí para allá. Una película solo recomendable para los seguidores mas fetichistas de Savini y que quieran verlo haciendo el payaso con los colegas. Para el resto de mortales, cerrad puertas y ventanas, apretad el ojete del culo, y rezad para que esto nunca entre en vuestros hogares.


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