sábado, 4 de julio de 2009

Crítica: Portal

Si terminé de ver esta película fue porque ya era demasiado tarde como para comenzar a ver otra y además tenía que sacar algo de la media hora que había visto de "Portal" y también porque como decía un sabio, ¿que gracia tendría hablar solo de buenas películas?, es por eso que tengo la obligación moral de darle a "Portal", el mismo trato que le daría a una película de verdad. "Portal" ha entrado a formar parte de las cosas malas de la vida, junto a la canción fallida de ese disco "casi" perfecto, el familiar que se presenta sin avisar, el pelo ajeno en tu comida, el vecino gilipollas que no saluda o el niño malcriado de la mesa de al lado al que te gustaría ahogar en su plato de sopa, en definitiva, esas cosas que sin ser realmente muy importantes, molestan y que seguramente a largo plazo, son perjudiciales para la salud mental.

Y como la vida es así de cruel, el señor Geoffrey Schaaf (que hasta el momento sólo había dirigido "La Isla del Miedo", una película protagonizada por Stephen Baldwin y Patsy Kensit, dicho esto, creo que sobran las palabras), decidió dirigir este intento de película de terror titulado "Portal", un film tan absurdo y tonto, que comparado, con un capitulo de "Macgyver" hace que éste parezca un profundo ejercicio de cine negro.


La película es un extraño y sin sentido barullo de ideas sacadas de cintas como "Psicosis" o "Eyes Wide Shut" y añadiéndole todos los tópicos de las "road movie" . El film nos cuenta como un par de tipos atrapados en un inhóspito motel de carretera son víctimas de una extraña secta que tiene como objetivo el nacimiento del anticristo. Esto queda resumido en un montón de absurdas situaciones, un ritmo enfermizamente lento, pésimas actuaciones, nulo apartado visual (se ahorran muchas localizaciones gracias a la máquina de hacer niebla), ni una gota de sangre y un guión digno de la peor película porno. Curiosamente, su mejor virtud, reside en lo absurdo e inverosímil de la historia, pues dentro de este total caos argumental, es difícil preveer lo que va a suceder, y tendremos que aguantar hasta el final si queremos conocer el desenlace de tan rocambolesca situación.

En definitiva, una película 100% underground, pero con pocas aspiraciones, que no ofrece nada destacable, caótica, aburrida a partes iguales y bastante cutre.



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